Después de muchos años, la Iglesia de San Agustín volverá a tener un seminarista en el Seminario Mayor San Fulgencio de nuestra Diócesis
Ayer domingo tuvo lugar una de las ceremonias más preciadas para una Parroquia, la de despedir a quien va a entrar en el Seminario Diocesano.
Fue una ceremonia muy emotiva en la que nuestro párroco D. Jerónimo tuvo palabras de ánimo para Juan Morales. También explicó D. Jerónimo cómo el Seminario será un momento de formación y de discernimiento vocacional y expresó la alegría que supone para esta Iglesia de San Agustín que después de tanto tiempo, un fuentealamero se haga seminarista.
Del apartado musical de la celebración se encargaron Daniel con el coro parroquial y el organista Chema García. Uno de los momentos emotivos fue la lectura de una carta por parte de Jose Pedro Jimenez, amigo de Juan, y las palabras finales del propio Juan Morales en las que hizo un resumen de su itinerario vocacional. Destacó como el párroco D. Jerónimo ha sido decisivo a la hora de plantearse realmente si esta llamado al sacerdocio y cómo su vocación ha germinado vinculada a la Parroquia.
Antes de un pequeño ágape en el patio, la Parroquia y algunas familias entregaron a Juan varios regalos, algunos de los cuales necesitará en el Seminario, como un ordenador, un alba, un catecismo, un diurnal, un Rosario de plata, un cuadro …
Es la primera vez que en una crónica debo hablar de mi persona y debo agradecer el cariño recibido este fin de semana por parte de muchas personas y familias y de la Parroquia en general, que se están volcando conmigo. Quiero destacar en especial la Eucaristía de despedida que celebró D. Jerónimo con tanto afecto y que nunca olvidaré, en la que pude sentir el apoyo y respaldo de todas las personas que llenaban el Templo.
Pido a Dios, con la intercesión de la Virgen del Rosario y de San Agustín, que me dé fortaleza en este tiempo. Esta semana entro en el Seminario y me pongo a disposición del Señor para que Él haga en mí su voluntad.