La afluencia de personas a la parroquia fue constante a lo largo del día.
Como marca la tradición, el primer viernes de marzo tuvo lugar el Besapié al Cristo de Medinaceli. El origen del fervor a Jesús de Medinaceli se remonta a finales del siglo XVII cuando, como si de otro cautivo cristiano en poder de los sarracenos se tratase, la imagen fue recuperada por los frailes trinitarios que la convirtieron en uno de sus referentes devocionales más importantes y de mayor prestigio.
Del montaje del Besapié se encargó la Hermandad de la Virgen del Rosario. La boca del camarín se encontraba tapada por un terciopelo granate y el Medinaceli situado delante para la ocasión.
Desde las 8 de la mañana la imagen permaneció en Solemne Besapié en la Capilla del Rosario. Fueron muchas las personas que se acercaron a San Agustín, para con un beso o una inclinación mostrar su devoción hacía Jesús de Medinaceli.
Durante todo este segundo viernes de Cuaresma hubo confesiones, acudiendo bastantes personas de Balsapintada y Lobosillo, antiguos feligreses de D. Jerónimo.
La extensa jornada del viernes terminó con la procesión del Medinaceli por algunas calles de los barrios de San Cayetano y Corverica. Esta procesión estuvo presidida por D. Jose Ramón Gómez, párroco de la Aljorra, por tener que ausentarse D. Jerónimo.
Juan Morales