Hemos vivido estos últimos meses, y todavía padecemos, una grave crisis sanitaria y social a causa del Coronavirus.
Una situación inimaginable para cualquiera de nosotros, que ha modificado nuestras vidas en el plano social y laboral.
En lo que respecta a la Iglesia, el 14 de marzo fue decretado el cierre de los templos y así permaneció hasta el 12 de mayo. Si algo ha quedado claro durante este tiempo ha sido la importancia de la parroquia ante esta emergencia. Ha activado recursos para ofrecer servicio, ayuda acompañamiento, y oración. La labor de Cáritas parroquial está siendo clave para muchas familias fuentealameras en situación de vulnerabilidad.
Han sido meses de intensa entrega y necesito tomar unos días de descanso, que aprovecharé para trabajar en nuevos proyectos que si Dios quiere, verán la luz a partir de septiembre.
Deseo de corazón que descanséis y disfrutéis en familia del verano.
Nos volvemos a ver para los cultos y solemnidad de nuestro patrón San Agustín.
Vuestro párroco.